De nuevo aquí yo, Nancy.
Esperando a mí amado…
Al que no puedo llamar mío porque
Es alguien de quien ni siquiera poseo sus lágrimas, ni su sonrisa, ni su presencia.
Nada de eso poseo.
Ni en sus pensamientos estoy yo.
No poseo en mi recuerdos de una caricia, un gesto de amor, ese que dan los amantes…
No…
El día sonríe.
Mi rostro no le hace segunda.
Seguiré esperándolo hasta que llegue a mí la resignación.
No tengo ni sus pensamientos y en los míos hay una vaga caricia de consuelo…
Consuelo…
Amor, ¿donde estas?
Pasión, esa que se manifiesta en los amantes..
¿Donde estas?
¿Donde estas?
¿Donde?...
…